"Cabe el libro..." Libros lentos y suaves, como nanas, como cunas. Libros revueltos de brisa y espuma. Libros azules y rojos, libros de piratas cojos. Ojos verdes de sirena, tristes cantos de ballenas. Libros en la risa y en el llanto, en el verso y en el canto. El libro como amigo y como amante, el libro en los dedos y en el cante. Abrir escotillas, arriar velas, viento en popa o a estribor leer, dejar la estela. Abrir las olas del libro.
miércoles, 5 de mayo de 2010
UN POETA EN NUESTRO CLUB: BASILIO SÁNCHEZ
martes, 4 de mayo de 2010
De CARLOS MARZAL
SIN DESPEDIDA
Este yo que perora es quien más puede,
de entre mis ignorantes,
modular en canción su pensamiento.
Es el más sabio,
por más agradecido y por más justo.
El que sabe que sabe,
porque ha sido feliz sin más propósito,
con talento de incauto irreflexivo,
con actitud de huésped temerario.
Desde la cima de esta edad, quien reza
en mí con esperanza sin objeto
quiere elevar su adiós.
Quiere ofrecer su despedida al aire,
y que esa gratitud remonte el vuelo,
como un ave extasiada allá en sus nubes.
Antes de que claudique la conciencia,
antes de que el azar
borre la inspiración de los sentidos,
y tuerza en pesadumbre
su fanático rumbo de esperanzas,
ojalá que el ardor de este aleluya
pueda pagar en júbilo su deuda.
Ojalá concurramos
por distintos caminos al festejo:
la vida y el vivir son nuestro hechizo,
el vivir y la vida son el arte.
Aupémonos, aupemos
la voz del corazón hasta la cima
de ese vitral de azules impasibles.
Estoy desmemoriado
para la desventura y para el luto.
En arrogante ceguedad estoy
contra cualquier amago de tristeza.
Brindo por este sueño cristalino,
bebo a nuestra salud vino inocente,
para estrellar mi copa contra el suelo
de nuestro prodigioso mundo vano.
Aupémonos. Salud. Hasta la cima.
A más ver, a más ser, más aleluya.
(Carlos MARZAL, Fuera de mí, Visor, Madrid, 2004, pp. 78-79)
ISAAC ROSA