Como viene sucediendo en otros años, también en esta temporada hemos cerrado las actividades del club de lectura chinato con una merienda-cena en los bellos parajes de las Viñas. Una vez disfrutada la exquisita y bella velada poética estival que nos deparó días antes la presencia entre nosotros de Basilio Sánchez, sólo nos quedaba la degustación de gazpachos, empanadas, quesos, tortillas, ensaladas, refrescos, tartas, mouses y otros bocados similares. Todos ellos salidos de unas manos expertas para el trabajo, para la cocina selecta y también para sostener esos libros que les ocupan tantas horas de lectura.
Circunstancias y ocupaciones diversas han hecho que la mitad de los integrantes del grupo no pudieran asistir a esta convivencia, lo cual lamentaban los presentes, que echaban de menos a sus colegas. Se comentó que para la próxima celebración, que será al comenzar en septiembre la nueva temporada, habrá que fomentar una asistencia más nutrida de lectoras y lectores de nuestro club.
Para entonces ya no habrá brevas como la que vemos en la foto, pero aún quedarán higos y en las parras los racimos de moscateles acompañarán a otros postres de frutas y de dulces. Antes habremos disfrutado de ese sabor tan especial de las sopas de tomate con el guiso de nuestro pueblo.
Con todo, lo verdaderamente importante es la convivencia y la cordialidad tal como se manifiestan en un lugar, debido a la hospitalidad de Luisa y de Justo, que es un regalo para los sentidos: higueras, parras, olivos, acerolos, almendros... La bien cuidada y acogedora viña donde el tiempo se remansa, las preocupaciones se dejan de lado, se despide la tarde y la noche estrellada configura el marco adecuado para la charla amicable. Surgirán las historias, los recuerdos familiares, las experiencias vividas en otros momentos y lugares. La épica de la existencia, es decir, la poesía de la vida unida a la de la literatura. Quizás sean la misma realidad con diferente ropaje.
No, no debemos desaprovechar ratos como éstos cuando nos los ofrece la vida con tanta generosidad. Por eso esperamos que la próxima vez seamos algunos más.
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